Solo en Estados Unidos, el 41% de la población económicamente activa trabaja como freelance. ¿Una cifra grande no? También el 53% en la generación Z, que va de 18 a 22 años, elige la vía de trabajo freelance. Esta tendencia al crecimiento no se registra solo en Estados Unidos, sino también en España y en toda Europa.
Aunque América del Norte tiene la mayor cantidad de clientes que contrata freelance con el 36%, un 27% está en Europa y un 11 % por ciento está en Latinoamérica, registrando un incremento constante.
¿Pero qué es un freelance? Es una tendencia que no para de crecer, porque ofrece una gran cantidad de beneficios tanto a quien la ejecuta, como a quien contrata a los freelance. Sin embargo, ejecutarlo de una manera exitosa requiere una gran cantidad de elementos a cuidar.
Si quieres ser freelance, o te has visto en la necesidad de ejecutar trabajos de manera independiente, pero de forma eventual, revisa todos los datos que te ofrecemos para que valores la posibilidad de dedicarse por completo a este sistema. Recuerda que tu talento y tus capacidades se pueden constituir en una empresa. 🚀
Un freelance es una persona que trabaja con una modalidad independiente. Ofrece sus servicios a empresas, negocios o proyectos, pero de forma autónoma, sin necesidad de establecer una relación formal de dependencia laboral.
Parece muy sencillo, pero ser freelance puede definirse como la constitución como una empresa propia, siendo el talento o la capacidad la materia prima de cada quien.
Entre las características que destacan en el trabajo de los freelance, es que pueden desarrollar las tareas en el sitio que prefieran. Necesitan sus propios equipos para ejercer Estas actividades.
Cualquier persona que tenga un talento o una capacidad que le permita ofrecerla como servicio a otra persona o empresa. En tiempos recientes, el diseño gráfico, la programación informática, la redacción, la traducción, la educación y las asesorías técnicas son algunas de las más populares.
La masificación de las comunicaciones es una de las principales ventajas de los freelance. Por ejemplo, las plataformas para aprender idiomas son importantes porque permiten a quienes necesitan mejorarlos, contar con profesores en cualquier parte del mundo.
Sin embargo, si miramos en el retrovisor, un plomero que va a domicilio es un freelance, como también lo es un electricista o un experto en equipos de refrigeración.
Una de las características de los freelance que trabajan para varias firmas y cuentan con varios clientes. Sin embargo, en muchos casos cuando el freelance establece una relación de calidad con su cliente, le permite prolongar en el tiempo los servicios que le presta. Los clientes fijos se quedan porque reciben un buen servicio.
Hay dos cosas que son importantes a la hora de analizar ser freelance. Una es que se puede trabajar desde cualquier parte del mundo de forma remota, lo único que hay que tener claro es el tiempo de entrega. Otro elemento es que el freelance debe gestionar sus propios tiempos, y esto no es tan fácil como parece.
El freelance está a cargo de todo su negocio, teniendo que buscar los clientes, hacer promoción, analizar estructura de costos y su metodología de tiempos de entrega. Esto permite que tenga el control para gestionar el volumen de trabajo y la carga horaria que le dedique.
Como todo en la vida dedicarse a hacer freelance tiene ventajas y desventajas. Entre las ventajas están:
El freelance no tiene que estar en una oficina, ni cumplir un horario establecido. Regularmente el trabajo está basado en proyectos, así que lo que persiguen es objetivos claros. De lo que tiene que estar muy pendiente es de cumplir los objetivos y el tiempo de entrega acordado con el cliente.
Un freelance tiene como ventaja el control de su tiempo, organizar cualquier tipo de actividades y buscar el lapso preciso para cumplir con las entregas.
Es quizá una de las fortalezas más importantes de ser freelance. Se puede avanzar con un proyecto, incluso en medio de un viaje. Además, no se tienen otro tipo de ataduras, como cumplir con una cultura organizacional determinada, el uso de uniformes, ni el gasto que implica la movilización a un sitio geográfico específico.
Sin embargo, trabajar desde casa tiene una gran carga psicológica. No es fácil manejarse siempre en el mismo espacio y complementar con el resto de labores domésticas. Es muy sencillo distraerse.
No importa en qué nivel de carrera te encuentres a la hora de comenzar a ser freelance. El ejercicio independiente de las profesiones u oficios se puede realizar en cualquier momento.
El control del valor del trabajo también lo establece el freelance y depende en gran parte de la experiencia que hay acumulado y del tiempo y de su reputación. El freelance entrega al cliente el precio que considere justo Y a partir de allí se inicia la negociación.
El freelance no percibe ningún tipo de bonificación adicional como aguinaldos, utilidades ni nada relacionado. Debe incluir todos estos conceptos en sus costos.
Tampoco goza de licencia por salud, si se enferma no puede alegar este motivo para no cumplir con los plazos establecidos. Lo que si puede hacer es establecer un lapso de flexibilidad.
El freelance tampoco tiene pago por vacaciones. De hecho, si no trabaja, no gana.
Dependerá de su habilidad para conseguir nuevos clientes. Lo que debe tener muy claro es que su flujo de trabajo puede ser intermitente.
El freelance goza de períodos con muchos pedidos y una gran cantidad de trabajo y, por tanto, dinero contante y sonante. En otros, quizá no haya mucho, algo que sucedió mucho durante la pandemia del coronavirus.
El trabajo suele ser muy solitario, siendo los espacios de coworking los más adecuados para interactuar con otras personas. La comunicación con los clientes se realiza vía digital, por lo que el contacto con otros humanos es muy limitado.
Cuando se trabaja con clientes responsables no hay problemas, porque cubrirán con los pagos. En algunos casos los freelance son muy susceptibles de sufrir estafas y retrasos en el pago de sus facturas.
Las áreas de trabajo son infinitas, por lo que si tienes una habilidad o una capacidad específica. Solo tienes que perfeccionarla y comenzar a marketearte de la mejor forma.
Entre los requisitos que se necesitan para ser freelance encuentra los siguientes:
Pasa igual que cuando se va a iniciar un emprendimiento. Los freelance deben especializarse en un rubro en particular, porque esto les permitirá tener un mayor número de clientes, alcanzar un nivel pro y obtener mejores precios.
Si eres freelancer, tus clientes te van a buscar en internet para conocerte. En un portafolio podrás compartir tus trabajos y te podrán contactar para comenzar proyectos.
LinkedIn es la red social profesional más popular en el mundo y es muy interesante generar contenido para hacerse notorio en esta red social y llamar más clientes.
Esta es una característica fundamental para ser freelance, porque no te caerán del cielo los proyectos si no los buscas. Además, los trabajadores independientes necesitan que los conozcan y esto lo lograrás partiendo por los proyectos más pequeños abriéndote camino hacia los más grandes.
Ofrecer un precio adecuado a lo que se maneja en el mercado es la garantía de conseguir clientes. Además, no hay que sobreestimarse, pero tampoco ofrecer un precio muy inferior que no se corresponda con el valor del tiempo a dedicar ni del talento.
Sin embargo, el rango de precios lo marca el profesional de acuerdo con su experiencia.
Además, una característica básica de los freelance que deben ser honestos, asumiendo solo el trabajo que puedan entregar, presentando plazos creíbles, y asumiendo las tareas que pueden desarrollar.
Esta también es una característica básica, porque el alquiler de los equipos supone un costo adicional que tendrás que incluir en el cálculo de costos. El cliente asume que cuentas con todos los equipos para realizar el trabajo.
Hay una gran cantidad de sitios web en los cuales se puede encontrar proyectos para personas que trabajan independientes. Algunas de las más comunes son:
Aunque cada una tiene sus métodos diferentes, hay tres pasos que son comunes a todas:
Algunas de las categorías más comunes son la programación web, el diseño gráfico, el manejo de redes sociales, la traducción, los servicios legales, la redacción y la educación.
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