LinkedIn es una plataforma, una red social como Facebook, ¡así es! Solo que esta se enfoca en los negocios, las empresas y los perfiles individuales que podrían ser buenos candidatos para empleadores en gestión de reclutamiento —se sospecha que por ello, a pesar de ser más antigua que el propio Facebook, LinkedIn no tiene tanta popularidad como sus redes hermanas—. Aún así, LinkedIn cuenta con millones de usuarios desde el 2003. Si esta red social lleva veinte años en el mercado, ya podemos deducir que su objetivo ha sabido cubrir bien las necesidades del espectador.
Al igual que el resto de las redes sociales, en LinkedIn cada individuo tiene la oportunidad de aperturar un perfil donde podrá detallar su trayectoria profesional y, al igual que Facebook, la individualidad puede hacerse a un lado para la creación de perfiles pertenecientes a empresas.
Una empresa no puede detallar una trayectoria profesional al igual que un individuo, pero en LinkedIn podrá gestionar un perfil donde pueda explicarle al resto de usuarios su razón de ser, es decir: cuál es su misión, su visión, sus valores, datos de contacto además de postear publicaciones de interés para su público objetivo y, aunado a ello, configurar anuncios de reclutamiento y selección de personal.
Para tener tu propio perfil en LinkedIn el primer paso es aperturar una cuenta, para ello, deberás abrir el navegador en tu portátil o teléfono celular e ingresar a la dirección electrónica de esta plataforma: linkedin.com
Encuentra la inscripción «únete ahora» en la parte posterior de la pantalla y comienza a rellenar el formulario de registro, solo necesitas un correo electrónico y una contraseña.
Una vez registrado, ingresa nombre y apellido, pero ¡cuidado! A pesar de que LinkedIn está catalogada como una red social, a diferencia de otras, donde los seudónimos son bien vistos o, por lo menos, no afectan de ninguna forma en el desarrollo de nuestro perfil teniendo en cuenta un objetivo completamente personal, en LinkedIn nuestro perfil tendrá un objetivo profesional y, por ende, deberás agregar solo información verídica. Al momento de regístrate y tener que incluir tu nombre, ingresa el dato completo justo como lo muestra tu identificación oficial.
Posteriormente, será necesario que ingreses código postal y tu experiencia laboral más reciente.
Aunque la funcionalidad de LinkedIn se resume en mostrar nuestra trayectoria profesional, lo cierto es que si no lo hacemos de la forma correcta nuestro perfil podría fallar a la hora de cumplir su objetivo. Por ello, la optimización del perfil es un paso prioritario antes de comenzar a crear conexiones. ¿Tienes un perfil personal en LinkedIn y no ha rendido los frutos que tenías pensado? A continuación enlistamos ocho detalles que, de asegurarte tenerlos en tu perfil, hará la diferencia:
Después de haber creado un perfil personal, justo como Facebook lo demanda en su propia red social, tenemos la opción de crear una página de empresa. ¿Esto para qué podría servirle a nuestro negocio? ¿Un buen perfil empresarial podría traducirse en ventas? La respuesta es que sí: una buena página en LinkedIn es una gran estrategia publicitaria.
Más de 30 millones de empresas cuentan con un perfil en LinkedIn pero, como es natural, no todas ellas tienen la misma recepción dentro de la plataforma. Aún así, aquellas que son bien recibidas por el resto de los usuarios —usualmente por un buen uso de herramientas dentro de la plataforma— son un claro ejemplo de que esta red social puede ayudar a posicionarnos, dándonos visibilidad y otorgando confianza a nuestros posibles clientes. El 93% de los marketers B2B —marketing de empresa a empresa— es la red social más eficaz para generar clientes. Aunado a esto, el 50% de los usuarios de LinkedIn afirma que sus preferencias al adquirir un producto o servicio han sido influenciados directamente por la plataforma, pues existe más probabilidad de adquisición con una empresa con la que han tenido oportunidad de interactuar en LinkedIn.
Desde el apartado de productos en la página principal de tu cuenta de LinkedIn encontrarás el botón «Página de empresa +», selecciona y comienza el proceso.
Los primeros pasos de configuración de una cuenta de empresa son relativamente sencillos, pues solo tendrás que llenar la información que se te solicita de tu propio negocio. ¿Se trata de uno pequeño, con menos de 200 empleados? ¿Cuál es su nombre? No importa qué tan burda te parezca la pregunta, ni pienses que los datos proporcionados no serán de interés para el usuario; responde todo y no dejes ninguna casilla vacía. La única razón de una casilla vacía es que ese dato solicitante no aplique para tu empresa, de lo contrario, toma el tiempo de llenar cada uno de los requisitos. ¿Por qué? Porque las empresas que completan todos los pasos reciben un 30% más de visibilidad y, por ende, de tráfico —o visitas—.
Aunque ya hemos comentado algunos esporádicamente, aquí nos detendremos un momento para enlistar los beneficios que obtienes por el uso constante de esta plataforma:
Como en cualquier proyecto, definir tu objetivo al crear una página de empresa en LinkedIn es crucial para su buen desarrollo. Una vez definido, más allá de responder «mi objetivo es vender, a todo el mundo, y vender muchísimo», sino otorgando una respuesta medible —¿cuánto quieres vender en cantidad?—, alcanzable, específico, realista y en un tiempo predeterminado.
Con el objetivo definido, el siguiente paso es identificar a nuestro cliente ideal. ¿Cómo es esa persona? ¿Cuáles son sus necesidades, el tipo de contenido que consume, las soluciones que está buscando?
El tercer paso es hablarle a nuestro cliente ideal a través de la propuesta de valor. ¿Cómo construir una propuesta de valor atrayente en LinkedIn que se convierta en venta? Sencillo. La fórmula es la siguiente:
¿A quién ayudas? + ¿Cómo lo ayudas? + ¿Cuál es su beneficio?
Una vez definido tu campo, es momento de estudiar a la competencia. ¡No puedes saltarte este paso! Desde tu público objetivo podrás encontrar aquellas propuestas de valor que más llaman su atención, el contenido al que más reaccionan y sus preguntas más frecuentes. Puedes encontrar a tu competencia en LinkedIn de dos formas: desde el buscador rellena todos los filtros que son posibles con la información de tu empresa, incluso el tamaño de esta —la cantidad de empleados dentro de esta—, o desde las analíticas de la propia página de tu empresa.
Ahora, el secreto del posicionamiento es que, una vez tu página de empresa ha sido creada y adicionada con la información pertinente, estamos listos para comenzar a publicar. Como en todas las demás redes sociales, el usuario no desea seguir aquellas páginas cuyo contenido se resume en: «hoy tengo promoción de tal cosa», «soy el mejor en el mercado», «haz tu compra ya». Comparte contenido de valor e interactúa con el resto de los usuarios que crean o consumen el contenido que define a tu empresa.
En marketing digital es bien sabido que el contenido es el punto principal. Para mejorar tu presencia en esta red social y, naturalmente, atraer clientes y cerrar ventas, mantén tu perfil activo regularmente.
Con un calendario de contenido activo, el siguiente objetivo es la interacción. El posicionamiento de una página depende de su configuración —las palabras clave—, pero también de su recepción. En redes sociales, o en plataformas e Internet, la recepción se mide en la cantidad de veces que un usuario interactúa con determinado contenido. Si a los usuarios de LinkedIn —o mejor dicho, si a los clientes de LinkedIn— les está gustando lo que les estás ofreciendo de manera gratuita, la propia plataforma hará que el resto de usuarios similares se encuentren con tu contenido para favorecer su experiencia dentro de su red social. Por ello, si un usuario comenta tu contenido, ¡no dejes ningún comentario desatendido!
Por otra parte, la publicidad pagada en LinkedIn o los LinkedIn Ads es una herramienta poco explotada en comparación a sus redes sociales hermanas como Facebook, Instagram, Twitter. Al ser poco explotadas, tienes mayor oportunidad de visibilidad sin tener que resaltar tanto de la competencia. Las herramientas que LinkedIn te ofrece son tradicionales: puedes captar clientes, hacer campañas de testeo, dinámicas interactivas para posicionamiento, ¡y más!
Para una comunicación más cercana con tu cliente, Whatsapp Business es una increíble herramienta que puedes sumar a tu estrategia de venta. Conoce más aquí.
LinkedIn es la red social donde los negocios nacen y se multiplican. La venta en redes sociales no requiere de tanta ciencia, basta comprender que tener las cosas claras hacen la diferencia. Por ello, analizar nuestra propuesta de valor e identificar a nuestro público objetivo es fundamental para conseguir el éxito en LinkedIn o en cualquier otra red social.
Una vez conseguida nuestra segmentación, solo queda ofrecer contenido de calidad. Consejos, datos curiosos e información que, quizá, para ti como profesional raya en la obviedad pero, para el consumidor, podrá ser un dato desconocido que le ayudará a apostar por ti a través de la confianza. Y es que, en el mundo de las ventas, muchas veces se aprovecha del desconocimiento del cliente para otorgar productos o servicios de mala calidad. Por ello, explorar tus servicios y sus razones de ser con tu público objetivo pueden enseñarles lo suficiente para sentir que tú eres la propuesta de valor que más ha demostrado su conocimiento.
Aunado a esto, seguir las reglas básicas de SEO es necesario para no ponernos el pie. Entre menos tildes uses —no significa que escribas faltas ortográficas, sino que elijas palabras que no deban ser acentuadas para encabezados o palabras claves—, caracteres especiales y emoticones, el algoritmo te entenderá mejor y te mostrará al público con mayor facilidad.
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